Desde 1968, canal trece emite “El Zorro”, un éxito inoxidable que soportó cambios de horario y cancelaciones ante una audiencia que se mantiene fiel todos los findes de semana. El clásico de los mediodías cuenta la historia de Diego de la Vega, un hacendado que simula no tener aptitudes de combate, pero que cuando alguien lo necesita se convierte en un esgrimista experto dispuesto a defender su pueblo.
El actor interprete del héroe, Guy Williams, llegó a Argentina en 1973 como parte de una gira internacional. Buscando a un compañero de espadas que estuviese a su nivel para poder realizar presentaciones, se encontró en GEBA al joven campeón de esgrima, Fernando Lúpiz. Pocos podían saber que en esa reunión iba a nacer una amistad que traspasó fronteras y generó a un sucesor digno de portar la icónica capa negra.
“Tenía 19 años y me llamaron de canal trece, era un halago para mí poder estar cerca del Zorro” recordó Fernando Lúpiz sobre su colega, a quién acompañó en más de 750 shows por todo el mundo. Inicialmente, el argentino interpretaba al Capitán Monasterio, villano del programa. Como parte del espectáculo, los sables que se usaban eran reales y no contaban con protección, es por eso que se necesitaba a un entendido en el asunto.
Años más tarde y aprovechando la juventud de Lúpiz, se buscó hacer la película “El Zorro y su hijo”, financiada por Palito Ortega, pero con los múltiples cambios en la producción nacional, la misma se canceló. Aun así, el guión del proyecto puede verse en el Museo del Cine de Buenos Aires. Pero la gira seguía vigente. “Tengo recuerdos maravillosos, realmente me trató como a un hijo” rememoró el actor argentino.
Además de todos los momentos inolvidables juntos, Fernando Lúpiz es el actual poseedor del traje completo. “Se apareció con un bolso en mi cumpleaños que tenía toda su ropa de verdad: antifaz, capa y faja”. Pero eso no fue lo único. A lo largo de la filmación de la serie, Williams montaba un caballo negro conocido como Tornado, que después de caer por un barranco y ser sacrificado, se tuvo que reemplazar por otros dos animales. Lo que siempre siguió vigente fueron sus estribos, que ahora descansan en la Ciudad de Buenos Aires.
Más allá de la amistad, Guy Williams tenía otros motivos para volver a la Argentina. “Estábamos haciendo una presentación en Mar del Plata por la temporada de verano. Venían amigos míos de todos lados a saludarme” relató Lúpiz. “Teníamos un carromato especial y nuevito hecho por los hermanos Segura, un vestidor con living donde descansábamos y jugábamos al dominó. Vino Araceli con su tapado de zorro, entró al camarín y entre abrazos, se miraron y listo. Después se separaron de sus respectivas parejas y vivieron 7 años juntos” fue la descripción del esgrimista sobre el flechazo entre su amiga y el héroe.
Ese fue el momento en donde el estadounidense conoció a su último amor, Araceli Lizaso. Se vieron por primera vez en 1978 y él se mudó al barrio de Recoleta para estar más cerca, donde estuvo hasta su muerte, once años después. “Fue un tipo muy calmo y estudioso, tenía un humor más privado y una postura para agradarle a la gente. Se enamoró del país y de la seguridad, ya que se iba caminando desde su departamento hasta Nuñez a la una de la mañana” describió Lúpiz.
Tras dos temporadas de 39 capítulos de media hora cada uno, el 2020 marcó el aniversario 101 del icónico personaje en una Argentina que ya adoptó al “Zorro” como patrimonio cultural y demostró a través de la eterna amistad entre Guy Williams y Fernando Lúpiz, que es este último el “heredero enmascarado”.





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